Martes 23 de enero al 21 de febrero, 2001. Mi primer mes

Ay no sé qué decirles, ya sé:

1. Mi papá me ha tomado como mil fotos

2. Los primeros quince días mi abuelita Olga me ha cuidado y ha cuidado a mamá que todavía no se repone de mi nacimiento

3. Papá estuvo de vacaciones la primera semana. La segunda semana fue un tormento para él ir a trabajar y dejarnos a mamá y a mí allí, postradas en la cama.

4. Mis papás están felices de la vida porque yo no me despierto por las noches a llorar, pero, porqué he de hacerlo?

5. Quince días después de mi nacimiento mis papás y yo nos vamos para Nandayure, Guanacaste a dejar a mis abuelos y de paso mi mamá y yo nos quedamos una semana con ellos. Papá regresa sólo a Heredia y en el camino me viene extrañando mucho. Así se la pasa toda la semana, hasta que el sábado siguiente madruga para ir a recogernos. Aprovecha la ocasión para hacer el viaje más placentero así que se va por San Carlos, le da la vuelta a la laguna del Arenal y luego va a salir a Tilarán. El dice que todas esas rutas las recorreremos dentro de pocos años y que vamos a conocer todo Costa Rica, de frontera a frontera.

Lo más difícil de todo fue cuando el domingo tuvimos que venirnos para Heredia, porque mi abuelita se había acostumbrado tanto a mí que se quedó llorando mientras nosotros nos alejábamos. Recuerdo el carro que se perdía por el camino y la casita de ellos que desaparecía a la vuelta de una esquina y el calor tremendo que estaba haciendo y mi abuelita asomada por la ventana con un gran dolor en el alma y el viento que levantaba polvo de verano del suelo y mi papá con un nudo en la garganta...